Durante los meses de verano, cuando muchas viviendas quedan vacías por las vacaciones, los cuerpos de seguridad detectan con frecuencia un método que se ha convertido en la “firma” de determinados grupos especializados en robos: la colocación de pequeños trozos de plástico transparente en las puertas. Con este simple gesto, los delincuentes comprueban si una vivienda está deshabitada, ya que, si pasados unos días el marcador sigue en su sitio, significa que nadie ha entrado ni salido.
Pero, ¿se trata de un simple acto preparatorio o ya de un delito en sí mismo? La Audiencia Provincial de Navarra ha dejado clara su postura: colocar estos marcadores no es un acto inocuo ni preparatorio, sino que constituye un delito de conspiración para cometer robo con fuerza.
Los hechos se remontan a agosto de 2017. Varias personas merodeaban de madrugada por un bloque de pisos en Navarra con la intención de seleccionar viviendas donde entrar a robar. Mientras uno de ellos vigilaba el portal, otro accedió al edificio y colocó los conocidos “testigos” de plástico en varias puertas.
La Policía Nacional, que ya había detectado la actividad sospechosa, intervino de inmediato y detuvo a los implicados, encontrando entre sus pertenencias más plásticos y un cortaúñas para manipularlos.
El tribunal fue claro: la colocación de los plásticos constituye una auténtica ejecución del delito, ya que facilita de manera directa el robo al señalar los domicilios donde los propietarios están ausentes. No se trata de un plan abstracto ni de una simple preparación, sino de un paso decisivo dentro de la estrategia delictiva.
En palabras de la Audiencia, con este acto ya se integra de manera adecuada el delito de conspiración para robo con fuerza, aunque todavía no se haya llegado a entrar en las viviendas.
Un aviso para la ciudadanía
La sentencia subraya además que este modus operandi es habitual en grupos organizados de ladrones, conocidos como baterías, que emplean tanto los marcadores como herramientas caseras (como radiografías o plásticos duros) para acceder a las viviendas previamente seleccionadas.
La decisión judicial lanza un mensaje claro: marcar casas vacías en verano no es un simple tanteo, sino un hecho punible. Por eso, los vecinos deben estar alerta y avisar a las autoridades si detectan estos signos en su comunidad.
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